sábado, 22 de abril de 2017

Double or Nothing

Nos tomamos un tiempo en aquel deprimente bar de carretera. Cansados de bebernos, pedimos uno doble. Desgastamos la palabra de tanto digerirla. Deshicimos los minutos en segundos planes por si los primeros decidían largarse antes de tiempo. Apagamos el despertador doscientas mil veces cuando sonaba estridente alertándonos de que íbamos abocados al fracaso. Y dejaba de sonar, pero llegábamos tarde. Otra vez.

Las únicas sobras de aquella desastrosa historia fueron las marcas de los vasos que quedaron en la barra. Dos círculos que nos hacían ser conscientes de que todo tiene un principio y un final. Luego el camarero nos mostró lo fácil que es pasar un trapo sucio por una superficie dañada y borrar las huellas de lo que un día hubo.

Tu tiempo sin MInutos no eran más que largas esperas. Eternos compases callados.

Mis minutos sin TIempo perdían el significado. No eran más que cortos crujidos perpetuando el vacío.

Me pediste que volviéramos a darnos cuerda.

Yo respondí, "doble o nada".

No hay comentarios:

Publicar un comentario